Viendo todo este follón que ha montado el amigo Gallardón -y que se ha dejado montar el Pepé- me reafirmo en la idea de que no vivimos en una democracia, sino en una partitocracia. ¿Por qué para el Congreso (cosa que no sucede con el Senado) he de votar a una lista cerrada que me da hecha un partido? ¿Y si quiero votar a alguien del partido A, a otro del partido B y a un tercero del partido C? Pues no puede, oiga. ¿Y si deseo votar al 1º, 3º y 4º de la lista del partido X pero me niego a votar al 2º? Pues tampoco puede usted. ¿Y si alguien que se presentaba por el partido Q y sale elegido decide pasarse al partido Z se lleva el escaño? Pues sí… Pero… ¿en qué quedamos? ¿Voto partidos o voto personas?
Si tuviésemos un sistema de listas abiertas estas cosas no pasarían (o pasarían de otra forma). ¿Que cierto señor quiere ir como nº 2 en una lista? Perfecto. Pero sabe que tiene las mismas posibilidades de salir elegido que aquel que va en el nº 10. Los votos INDIVIDUALES son los que contarán.
Igual no me gusta uno de los elegidos por el partido y el resto sí. ¿Por qué no me dan libertad para decidir si quiero, o no, votar a alguien en concreto? A muchos se les acabaría el chollo, lo sé, y a los primeros a aquellos que deciden quién va y quién no. Pero la salud democrática tendría un respiro.
Lo dicho, ¡LISTAS ABIERTAS YA!
Autor de la imagen: Nacho Casanova
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Una palabra tuya... 
Estoy contigo.
Pues no pides nada ¡Jo! ¿Adonde dejas el poder omnímodo de los aparatos de los partidos? ¿Quieres que los aparatchik djen de recibir su cuota de pelota por los paillos? Venga hombre.
Cierro el modo coña marinera y me sumo a la propuesta. Así, por ejemplo, se vería de verdad cuantos votos «arrastra» el niñato en Madrid.
Oye, Valea, puedes ver esta entrada de Luis, en la que dice que Cordobeses por la Libertad es lo que están pidiendo. Yo voy a ponerles un link en delicious y en el blog. Es necesario que su iniciativa tenga la máxima difusión… 😀
Totalmente de acuerdo. Bien podrían hacer, al menos, como con el Senado, y dejarnos descartar a los diputados que no sean de nuestro agrado.
Está claro, sin listas abiertas no hay democracia. Quizás hasta que no se llegue a una cifra de abstención del 90 % no se darán cuenta los políticos de que el sistema tal y como lo conocemos hoy en día está falseado.
¡Ay!, queridos, cuanta razón tenéis. Pues sí, esto hace tiempo que dejó de ser una democracia. Si es posible para el Senado… ¿por qué no para el Congreso? Hilarion da bastantes pistas del por qué no…
No sé si algún día podremos vivir una democracia de verdad, en la que el pueblo no sólo vote y pague.
Las ILPs no sirven de nada para nuestros gobernantes, no saben lo que es un referendum y los votos en blanco se los pasan por el arco del triunfo…
¿Estoy un poco depre hoy en cuestiones políticas? Podría ser, no digo que no…
Las listas abiertas podrían incluso sevir a los partidos para enmendar errores. Qué no hubiese dado Matas en Baleares por que hubiesen existido esas listas abiertas. Sus votantes se hubiesen hartado de tachar a la Janer y él hubiese ganado las elecciones. Error corregido.
Claro que también podría haber picaresca. En las primeras elecciones para el comité que hubo en mi empresa, allá por los últimos 70’s y primeros 80’s, se usaba este sistema. Pues bien, en una de ellas el cabeza de lista de una de las centrales, a quien no tragaba nadie, recibió un tremendo varapalo. Pues bien, hubo una cascada de dimisiones entre los representantes electos de esa lista, fueron accediendo los siguientes… hasta que le tocó a él. O sea que no sirvió para nada. Salió elegido igual.
Hilarion, así es. Comparto tu opinión. Sin duda sería bueno para todos, excepto para aquellos que desean seguir agarrados al sillón con uñas, dientes y lo que hiciere falta.
Lo del ejemplo que traes, sería demasiado escandaloso, como lo debió ser en tu empresa, ¿no?
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